La flaca memoria de Edén Pastora
¡Sálgase ya de Isla Calero, nadie lo invitó a Costa Rica!
10 de Noviembre de 2010
Por Lisbeth Quesada Tristán
Ex Defensora de los Habitantes de la República
San José.- Las recientes declaraciones de Edén Pastora en la
televisión nicaragüense cuando se refiere a
nuestra fuerza pública como las fuerzas armadas costarricenses, que invadieron Nicaragua, trae a mi memoria
la gesta histórica que el pueblo de
Costa Rica vivió, -una vez más- apoyando al
sufrido hermano pueblo de
Nicaragua durante la guerra Sandinista contra el Dictador Somoza. Usted sabe muy bien, que jamás, jamás esa guerra se habría
ganado como se ganó, sin el frente sur,
apoyado desde todo punto de vista, por
el pueblo de Costa Rica
Ya se le olvidó
cuando vivía en el Barrio Los Ángeles en Cartago y sus vecinos lo apoyan hasta con la comida que se llevaba
a la boca. Allí si eran sus hermanos costarricenses, solidarizándose con su
causa. Olvidó también como usted y sus hombres entraban y salían por la
frontera norte nuestra- su frente Sur-
como Pedro por su casa, para descansar,
protegerse de la Guardia Nacional.
Se le olvidó y a su amigo Daniel Ortega también, las
múltiples casas de seguridad que cientos de costarricenses prestaron para la
recuperación de sus hombres y de nicaragüenses
heridos en la guerra de liberación.
¿Se le olvidó, como nos convertimos en país receptor y despachador de armas, que eran necesarias para la revolución
Sandinista? ¿Se recuerda que los
colegas del Hospital México, le salvaron la vida por el atentado de la Penca?
Se le olvidaron,
desde luego, los pertrechos que siempre
recibió del pueblo de Costa Rica, que
organizo ferias, bailes, rifas, conciertos y toda clase de actividades para recoger dinero
y otros, y entregarlos para hacer una realidad el
derrocamiento de Somoza. Fueron millones de
colones.
Como estudiante de medicina en esa época, presencié cientos y cientos y cientos de pacientes nicaragüenses
atendidos, operados y recuperados en toda la red de la seguridad social, que los atendió amorosamente, a nadie se le negó
una cama, ni atención médica, pero sobre todo GRATUITAMENTE para ustedes,
nosotros como pueblo, gustosamente,
pagando lo que eso costaba.
¿Y los que venían con leishmaniasis de montaña a curarse aquí?
Yo los vi. Yo los conocí. Yo los recuerdo.
Aquí se protegió y se educó a cientos de jóvenes adolescentes
que vinieron huyendo, porque de lo
contrario se los habrían llevado forzados, al ejército Sandinista, de su otrora gran enemigo Daniel Ortega, para
luchar contra “La Contra” o sea usted.
¿Ya se le olvido los dineritos que recibía de la CIA?
Traducción libre, del libro “Hostile Acts,US Policy in Costa Rica in the
1980s”. Pág. 235 y adelante
“Pastora era el comandante militar y Robelo el líder
político, ambos se les exigía que presentaran detalle de los costos al jefe de
la CIA con vouchers de comida, alquileres, salarios, materiales de oficina,
vehículos, aeroplanos, equipo militar, y tal. Los oficiales de la contra usaban
bromear que esta es la "única organización guerrillera en el mundo con un
sistema de contabilidad corporativa."
Come hoy, en el mismo plato de Ortega, pero a mí no se
olvidan sus palabras de desprecio y
recriminación, en mi presencia, en casa de un amigo mutuo, en los cerros de Aserrí, en los años
90s, cuando usted hacía
referencia a la piñata, a la
repartición, a la traición de Daniel Ortega, Tomás Borge y todo el resto, y
que de la noche a la mañana
resultaron muy adinerados. De la gesta histórica de su pueblo donde murieron miles y miles, para seguir en lo mismo y solo cambiar de
amo.
Si mi memoria no me
falla, trabajaba en esa época, como
pescador en aguas costarricenses para comer. Hizo esa noche una referencia de
cómo “cuando a uno ya le salen canas
en….., ya no se cambia, ni se traicionan los ideales”.
¡A tiempos aquellos!
Usted se olvida rápido, yo no.
También recuerdo a su amigo Daniel Ortega en New York, con
sus anteojos RayBan de oro, y el carisísimo hotel que se pagaba con el hambre
de su pueblo.
¿Cuáles serán hoy sus intenciones, que pretende usted con
esas declaraciones? ¿Con quién trata de redimirse?
Usted lo que siempre ha querido es ser presidente de
Nicaragua y cree que robándose un poco de tierra en Costa Rica, su gente se
volverá en adoración para usted.
Es un showman pasado de moda, que se vende hoy a quien le quito el protagonismo de guerrillero, además humillado por Tomás Borgue, en el segundo
año del gobierno Sandinista, en la Plaza de la Revolución; ¿También se le
olvido? Hasta Dora María Téllez que fue entonces tan o más valiente que usted,
y ahora lo ignora. A usted ya nadie le
cree.
Esta tierra, que hoy cataloga “como invasora”, no solo le salvó la vida sino
que le dio de comer por años. Es que la relación con Nicaragua, la solidaridad
con este pueblo es de hace más de dos
siglos. Recuerdo a Carlos Fonseca Amador y los
muchos, muchos amigos en Costa Rica que siempre le ayudaron. Sabemos distinguir que: una cosa es el
pueblo, y otra sus gobernantes.
Flaca memoria tiene, y poco agradecido es. Aquí le decimos: "perro que come perro,
no es buen perro"
¡Sálgase ya de Isla Calero, nadie lo invitó a Costa Rica!
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